Dos viejos edificios – una casa y la bodega principal de la explotación vitícola- conectados por un gran tejado metálico son los puntos de partida de una intervención mixta que debe responder a dos programas opuestos: un lugar de recepción y venta de vinos y una vivienda para la joven pareja que acaba de heredar la explotación familiar.

Reutilizar y poner en valor lo existente es la forma de hacer frente a un presupuesto reducido e importantes trabajos de restauración. Unas intervenciones muy precisas en la estructura existente (cambio del material de cubierta, demolición de un forjado, derribo de un muro de piedra…) y unos dispositivos simples y económicos transforman el espacio “de atrás” – antes garaje de tractores – en un lugar lleno de posibilidades que asegura la intimidad de la pareja con respecto a la vida de la explotación y gestiona la relación trabajo/vida privada